Educación para el Buen Consumo y Responsabilidad Social Jorge Osorio Vargas Un “ciudadano económico”, sostiene la filósofa española Adela Cortina, es quien participa de los bienes económicos de una comunidad política; quien decide junto con sus conciudadanos qué se produce, cómo y para qué; y quién decide qué se consume, para qué y quién consume. Esto implica reconocer una sociedad donde los ciudadanos pueden decidir, y existan los procedimientos legales para ello. Esta ciudadanía económica se sustente en los siguientes principios: a) la expansión de la producción ha de atender al desarrollo de capacidades humanas; b) los resultados y el reconocimiento del trabajo tienen una dimensión cualitativa, pues no está ligada a la mercancías, sino a la satisfacción con el trabajo realizado, la recreación y el acceso a la cultura, la seguridad económica, la protección del medio ambiente y la posibilidad real de dedicar tiempo al ejercicio cívico de participación en organizaciones sociale