Claves para el desarrollo de la Educación de Personas Adultas en América Latina en la segunda década del siglo XXI: políticas, formación e investigación
Jorge Osorio Vargas
Profesor de la Escuela de Psicología
Universidad de Valparaíso, Chile
Email: josorio.humanidades@gmail.com
Desde la década de los años 80 del siglo pasado
la educación de personas adultas (EPA)
en América Latina viene experimentando
un déficit histórico y un rezago
significativo en relación a otras políticas educativas.
El modelo “histórico” de la EPA desarrollado
desde los años 60 se basó en las políticas
de integración, modernización económica y de movilización social, promoviéndose
como una dimensión clave de la participación comunitaria y política de la
época. Bajo diversas modalidades, la alfabetización, la educación básica de
adultos y los programas de capacitación para el trabajo sintonizaron con
enfoques educativos participativos y una crítica a los sistemas escolares. La
visión des-escolarizante de la EPA se nutría del pensamiento de intelectuales
como Iván Illich y Paulo Freire. En el
caso de Freire su pensamiento educativo se manifestaba, además, en un
movimiento de educación comunitaria con una importante dimensión política,
tanto en los ámbitos rurales como urbanos. En el enfoque de Freire, la EPA no
sólo era una educación compensatoria o remedial
sino una “nueva forma de educar los sujetos oprimidos para construir una
sociedad justa”
Este mismo
principio dio lugar al movimiento de educación popular que en todo el
continente desarrolló un giro importante en la manera de entender la EPA
asociándola a la concientización política y a la articulación con movimientos
sociales y de liberación. Manifestaciones de este proceso fueron los movimientos
de educación popular y su lucha contra las dictaduras militares y la educación popular sandinista.
En general, el
ciclo de la educación de adultos iniciada en los pasados años 60, sea en
su modalidad desarrollista (Chile, por
ejemplo) o en su modalidad
revolucionaria (Cuba y luego Nicaragua), sea como parte de las políticas educativas
oficiales o de la educación popular,
concluyó dos décadas
después con las políticas de ajuste neoliberales
y con las nuevas definiciones de la
educación de adultos que promovieron los organismos financieros multilaterales
como el Banco Mundial.
El llamado consenso de Jomtien, hito política y retóricamente muy significativo,
tuvo una lectura simplificada en la
implementación de las políticas educativas locales: la consigna de una educación
que respondiera a las necesidades
básicas de aprendizaje de la población se redujo al desarrollo de las política
de desarrollo de la educación básica de niños, perdiéndose el sentido que tenía
el enfoque de Jomtiem.
La prioridad en la educación básica, en la
ampliación de la cobertura de los sistemas escolares, el mejoramiento de la
infraestructura y el uso de nuevos materiales educativos ocupó la centralidad de la voluntad política
de los gobiernos. La EPA pasó a un segundo plano. Y salvo iniciativas
emblemáticas, pero que no tuvieron continuidad (como fue la campaña
de alfabetización Leonidas Proaño en Ecuador), se produjo un
debilitamiento institucional, financiero y de la economía política de la EPA.
Esto se expresó en la reducción de los presupuestos
nacionales para la EPA, la falta de liderazgo de los Ministerios para promover nuevos proyectos, la desaparición de
divisiones especializadas en los gobiernos y en la migración de cuadros
técnicos[i].
La EPA quedó reducida a programas compensatorios, nivelación de estudios y la
alfabetización básica.
Los procesos económicos y la aplicación de
políticas modernizadoras libremercadistas desde los años 90 generan un nuevo ciclo de la EPA orientado a
la capacitación y a la formación para el trabajo. Sin embargo, este ciclo ha
tenido problemas estructurales serios al no articular la EPA con el
mejoramiento de la educación técnica, no sintonizar la EPA con las demandas de
las economías locales y regionales de manera diversificada, pero sobre todo al
privatizar el sistema de capacitación que dejó a la EPA orientada a la
formación para el trabajo como
prisionera de una oferta restringida e instrumental de parte de las
empresas de capacitación.
La falta de incentivos, subsidios y
reconocimiento de las necesidades de la
población restó toda capacidad de
desenvolvimiento y autonomía a las personas que potencialmente deseaban
capacitarse según sus propias decisiones.
Otro tema ausente en los proyectos de EPA ha
sido la realidad de la deserción escolar que provoca una presión juvenil creciente hacia los sistemas
escolares de EPA. Por ello, la EPA comienza a abrirse a la denominación de
educación de jóvenes y adultos, sin embargo existe una desorientación política
e
Institucional al respecto. No existen ni las infraestructuras,
ni los docentes, ni las metodologías para enfrentar este nuevo dato. Está
pendiente realizar “estudios de
caso” sobre cómo algunos países comenzaron a trabajar
este nueva realidad de una “EPA mayoritariamente juvenil”
A propósito de
las reuniones preparatorias de la
CONFINTEA de 1997 se inicia un proceso de crítica a la situación de la EPA y su
desajuste con las demandas sociales, culturales y ciudadanas. Este proceso
encabezado por la UNESCO, CEAAL y CREFAL
puso énfasis en lo que debían ser las bases de una nueva generación de
política de EPA. Valga adelantarse aquí para decir que la reciente CONFINTEA de 2010 demostró lo
poco que se ha avanzado en este sentido, a pesar del reconocimiento retórico
que se hace de la EPA en llamada sociedad del conocimiento y de la “angustia” que expresan los directivos de los Ministerio y de los organismos multilaterales ante la
eminencia de un cambio importante en la economía política de la educación, sin
que exista aún voluntad y pensamiento adecuado
para dar curso a nuevos proyectos.
Ente 1997 y 2000 se elaboró un cuerpo de
planteamientos para sacar la EPA de su enclaustramiento y articularla con las
reformas educativas que venían desarrollándose en el continente. En 2000 ya
estaban disponibles, también., las
primeras evaluaciones nacionales y de los propios organismos internacionales en
relación a los déficit de las políticas educativas banco -mundialistas y
comenzaba a plantearse el tema de la calidad de los aprendizajes como eje
central, así como la reforma de la
educación secundaria, de las condiciones laborales de los docentes, los nuevos currículos
y una necesaria vinculación del sistema escolar con las familias y el desarrollo de su capital cultural.
Nuestros planteamientos realizados en el 2000 pueden
resumirse de la siguiente manera:
-
Empoderar la EPA en las reformas educativas, mejorando las dotaciones
ministeriales, su capacidad de incidencia en el diseño de las políticas y la ampliación del gasto público para la EPA
-
Redefinir el sentido de la alfabetización y la educación básica de
adultos en consideración de la
participación creciente de jóvenes, reconociendo sus culturas y sus diversas
maneras de aprender.
-
Establecer políticas formales de EPA en los países fortaleciendo la investigación
y la sistematización de los proyectos , de los procesos y de los resultados de
estas políticas
-
Fortalecer mediante convenios y cooperación la acción mancomunada de los servicios
estatales de la EPA con las organizaciones de Educación Popular.
-
Abrir la EPA y sus proyectos a la realidad de la nueva ruralidad y de la incorporación de las particularidades
culturales y lingüísticas de las comunidades originarias en los países.
-
Asociar la EPA a las políticas
sociales y culturales estableciendo nuevos
espacios y territorios físicos y culturales para su desarrollo,
convergentemente con el trabajo de educadores sociales y populares.
-
Adoptar un criterio territorial en la EPA, dándole más autonomía a los
gobiernos locales para establecer sus
programas compensatorios de manera
articulada con las proyecciones y necesidades de los cluster productivos
regionales.
-
Definir la EPA como una inversión en capital social y cívico: asociando
la EPA con los procesos institucionales
de educación ciudadana y medioambiental, en conjunto con instituciones
no gubernamentales y universidades.
-
Definir la EPA no más desde una perspectiva residual ( como educación de
lo residual) sino como una educación para la autonomía, la creatividad , las
acciones colectivas y la expresiones de las personas en los todos los ámbitos
del desarrollo humano ( arte, cultura, música, historia)
-
Generar programas de formación de
docentes de personas adultas en
una perspectiva de “pedagogía social” y
de facilitación de los procesos de participación de las personas adultas en los
ámbitos públicos y en los que se crean a través de las redes sociales y las
nuevas tecnologías de la comunicación.
-
Fortalecer los estudios y la investigación teórica y empírica sobre los
nuevos contextos en que se desarrolla la EPA: que contribuya a definir sus
sujetos, sus sentidos, sus pedagogías
La descripción de estos objetivos-indicadores
nos plantea de inmediato una doble
necesidad:
-
Establecer las rutas para avanzar en una EPA que recoja esta
orientaciones
-
Investigar social, demográfica, económica y culturalmente los contextos
en que se desarrolla la oferta actual de la EPA y evidenciar las dinámicas
nuevas que están propiciándose desde los actores sociales y sus requerimientos
de educación permanente, a través de las
modalidades formales y no formales de la EPA.
Nuestra opinión
es que estas tareas deben asumirse desde un enfoque de EPÄ centrado en
el desarrollo de capacidades y formación de sujetos. Ciertamente, todo
en un marco aún ambiguo acerca del rol y pertinencia de los sistemas escolares
de EPA y la búsqueda de una “institucionalidad” de la EPA que responda a los
nuevos desafíos descritos. Atención: no se trata sólo de llevar la EPA al ámbito virtual (que tampoco descartamos) como algunos sostienen,
sino de construir o renovar espacios de
trabajo cultural desarrollando
metodologías significativas para las personas y los grupos sociales
participantes en la EPA. Es preciso, por ejemplo, darle a los sindicatos u
otros movimientos sociales, capacidad e
instrumentos para optar y orientar programas educativos, que potencien su
calidad de sujetos y su capacidad de expresión y de desarrollo humano.
No es el momento de desarrollar en este texto
el fundamento del enfoque de capacidades en la EPA, pero bástenos señalar el
giro que se imprimiría en la EPA si nos
planteáramos , como horizonte de sentido de la misma , cuestiones como: el
desarrollo en los sujetos de la
capacidad de auto comprenderse; la capacidad para dotar a la propia actividad
de un sentido; la capacidad para verse
desde la perspectiva de los demás; la capacidad de acordar con otros llevar a
cabo proyectos de justicia, etc.[ii]
En el marco de lo que hemos señalado es preciso generar acciones y alianzas entre
entidades que trabajan en la EPA para configurar un liderazgo intelectual
y promover que los actores vinculados a
la EPA en los países tengas motivos para desarrollar proyectos tanto en el ámbito de la EPA desarrollada en el sistema educativo como
en la educación social y comunitaria.
Uno de los temas claves es la definición de la
EPA en perspectiva no de un ejercicio meramente intelectual sino sino establecer un sentido de la EPA en la actualidad y darle contenidos
históricos y pedagógicos a la misma. Actualmente circulan varias definiciones
que están condicionando el desarrollo de la EPA.
Desde la perspectiva de los “servicios
educativos públicos” se considera la EPA como un “beneficio”, lo que la sitúa
como una política social remedial y asociada a una acción con actores “residuales”.
Estos actores son considerados como
“destinatarios” y están sujetos a un
régimen de enseñanza rígido y estandarizado. Lo que define a los participantes
es su condición general de “rezagado”
sin considerar la diversidad
social, cultural o etaria de estos.
Otra definición común de la EPA desde el punto
de vista de sus “destinatarios” es considerarla como una educación para
desempleados o jubilados que necesitan nivelar sus estudios sea por su
necesidad de optar en el mercado de trabajo o por el valor simbólico de tener
sus estudios básicos o secundarios completos en el caso de los jubilados.
Una tercera definición es la de la EPA
como formación o capacitación para el
trabajo, lo que sitúa a la EPA, con mayor o menor pertinencia e institucionalización
según los países, en el ámbito de los
sistemas de calificaciones y certificación de competencias según los criterios de las empresas.
Una cuarta definición es la que considera a la
EPA como un proceso convencional y
también no formal de una educación para toda la vida. Entiende la EPA como una
respuesta al derecho humano del aprendizaje durante la vida entera y en todos
los ámbitos del saber. Esta definición es la que domina en los documentos
internacionales, y constituye, por lo general, el lenguaje políticamente
correcto de muchos países de la región.
Este enfoque es el que nos permite conceptualizar de manera promisoria
una EPA centrada en las necesidades de aprendizaje de los sujetos, repensar la
dinámica de la demanda social por la EPA y diseñar nuevas formas
institucionales para una política pública de la EPA. Del mismo modo este
enfoque es un adecuado telón para estudiar lo que significa la EPA como un
fenómeno cultural complejo que involucra diversos actores, sus culturas, sus
lenguajes, su género sus edades, sus territorios, sus saberes, sus
organizaciones y sus “sentidos” o proyectos de vida.
Si la centralidad de la EPA está en los
sujetos del aprendizaje podemos de igual manera plantearnos temas como la demanda por desarrollar la EPA
en los lugares de vida y de trabajo de los
participantes; la re significación de la lecto-escritura en una sociedad
/ red / digital; la redefinición curricular según territorios y poblaciones participantes
(pueblos originarios, migrantes y desplazados,
personas con necesidades especiales)
Sin embargo, la adopción de este enfoque trae
consigo plantearse a modo de un programa de investigación la relación
de la EPA con las necesidades de
formación de llamado capital humano por parte de las empresas, y por
consiguiente dilucidar la capacidad del modelo económico actual para satisfacer una población educada
a través de empleos decentes; de igual
manera es preciso diseñar una ruta alternativa a esta visión “laboral” o “profesional “ de la EPA resignificándola
como una educación para el desarrollo
humano, donde la competencias y capacidades de los sujetos se forman no
solamente para responder a las
exigencias de la economía de mercado
sino principalmente a los requerimientos del “buen vivir”, de la participación ciudadana y del
potenciamiento de la capacidad humana de actuar, pensar, imaginar y comunicarse
en la sociedad actual que exige
reflexividad y la comunitarizaciòn de los conocimientos como condición
para el desarrollo de una “sociedad de sujetos”.
Luego de lo que hemos señalado, es urgente definir una agenda de investigación y formación: a la
necesidad de contar con una información documental y empírica actualizada
acerca de las modalidades de EPA, de las poblaciones participantes y de los resultados
de sus aprendizajes, debemos agregar:
1.
La necesidad de desarrollar investigaciones narrativas que permitan conocer las necesidades y el
“mundo cultural” de los participantes actuales y potenciales de la EPA
2.
Analizar y evaluar los programas actuales de EPA y sus conceptos de
aprendizajes
3.
Evaluar la calidad de la enseñanza y las capacidades profesionales de
los docentes en la EPA
4.
Establecer modalidades de subvenciones a los participantes y sus
organizaciones sociales para que participen en la definición de la oferta y
sean capaces de gobernar desde abajo las dinámicas y proyectos de la EPA en los
países, dotándolos de autonomía y
dándole reconocimiento como sujetos deliberantes y activos en la EPA.
5.
Analizar la EPA que desarrollan las empresas y las entidades privadas de capacitación profesional con subsidios de los gobiernos,
para evaluar su pertinencia, sus metodologías de aprendizaje y sus conceptos de
educación y desarrollo humano.
6.
Investigar la contribución y la inversión que realizan organizaciones
no gubernamentales, organismos de educación popular y otras agencias ciudadanas
en el desarrollo de la EPA
7.
Desarrollar programas de formación de investigadores en EPA capaces de
actuar en los cambios curriculares, metodológicos e institucionales que la EPA requiere en la
actualidad.
8.
Articular la EPA con los requerimientos de la llamada sociedad del
conocimiento y de la democratización digital: analizando casos y prácticas
exitosas que se realizan en el continente.
9.
Revisar los marcos institucionales de la EPA y generar espacios de
investigación y estudios en torno al significado del enfoque del aprendizaje
para toda la vida en la definición de políticas de educación de nueva
generación (acceso, integralidad, reconocimiento de saberes, nuevas alfabetizaciones,
intersectorialidad, autonomía regional, participación de los sujetos de la EPA,
nuevos ámbitos de la EPA, etc.)
[i]
Un catálogo de estos problemas
se encuentran desarrollados en el documento de Rosa María Torres (2006) De
la Alfabetización al Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, elaborado para
CREFAL, en el marco de la CONFINTEA VI.
[ii]
Un debate reciente sobre
enfoque de capacidades en Cortina, Adela y Pereira, Gustavo (Editores) (2009), Pobreza y Libertad.
Erradicar la Pobreza desde el Enfoque de Amartya Sen, Tecnos, Madrid
Interesante informe acerca de la actualidad de la EPA en Latinoamérica. Tengo la esperanza que la reforma a la educación de jóvenes y adultos en Chile, sea considerando la diversidad de estudiantes que ingresan a esta modalidad (dos o tres decretos diferentes) con buenas capacitaciones para profesores que incluyan Neurociencias (neuronas, neurotransmisores, funciones cerebrales y centros nerviosos,...); Psicología educativa (análisis transaccional, inteligencias múltiples, inteligencia emocional, neurolingüiistica,....); Pedagogía para jóvenes y adultos (estilos de aprendizajes, metodologías de enseñanza, ....).
ResponderEliminarTenemos que trabajar para que la EPA se haga con más poder en el diseño e implementación de las transformaciones educacionales en curso
EliminarOnline Casino Bonuses and Free Spins for South Africa
ResponderEliminarOnline Casino Bonuses and Free Spins for South Africa South Africa casino sites accept players from 온카지노 역사 the US. Check the list below and start playing!
Wynn Casino & Resort - MapyRO
ResponderEliminarInformation and Reviews about 대전광역 출장마사지 Wynn Casino & Resort 정읍 출장안마 in Las Vegas, NV. 광명 출장샵 This hotel offers a full casino, live shows and a full-service spa. 이천 출장안마 Rating: 2.5 하남 출장샵 · 220 reviews