Claves para el desarrollo de Liderazgo Educativo en centros de formación parala EPJA.
Jorge Osorio Vargas
1° Llegar a ser un centro formativo con cultura participativa implica:
- el reconocimiento de la tarea docente como creadora de aprendizajes profesionales comunicables que deben ser sistematizados para el mejoramiento del trabajo educativo institucional.
- el desarrollo de un clima de responsabilidad y de confianza en el centro sustentado en el reconocimiento de las diversidades y diferencias de los estudiantes y sus “culturas”, códigos y expectativas sobre el “acto de educarse”
- la relación proactiva del centro con las necesidades culturales y ciudadanas de las familias y comunidades en las cuales se inserta el centro formativo
- la existencia de estructuras y procedimientos de toma de decisiones, distribución de tareas y responsabilidades y mecanismos de evaluación que sean transparentes y escrutables por el colectivo docente
- el centro debe orientarse a la generación de capacidades ciudadanas para la participación (formación ciudadana), lo que expresará tanto en la dinámica curricular como en la generación de una cultura escolar fundada en los derechos humanos y en los valores de la no-discriminación.
2 ° Un centro de formación socialmente inteligente promueve y se sustenta en el desarrollo de la capacidades de aprendizaje y trabajo colaborativo, del desarrollo del potencial deliberativo y de participación de sus miembros, de su pertinencia cultural y de su capacidad de definir una identidad que genere visiones comunes y sentido de pertenencia. Debe velar, además, por la seguridad administrativa, que asegure la no-discriminación y el respeto y el reconocimiento a la diversidad y a la diferencia.
La “inteligencia social” de un centro de formación se desplegará a través de :
- El funcionamiento de dispositivos comunicacionales fluidos, transparentes y generadores de trabajo colaborativo
- La distribución de las funciones directivas, de sus tareas y responsabilidades según los criterios de acreditación de un sistema de calidad de la gestión escolar y una práctica permanente de accountability, asi como de mecanismos escrutables y normados para la toma de decisiones que afecten la gestión de la convivencia y el clima organizacional
3° Calidad de la Gestión y Liderazgo Educativo en los centros de formación
En la actualidad los criterios y orientaciones oficiales para asegurar la calidad de la gestión escolar han transitado del tradicional concepto de dirección al de liderazgo. En el pasado la dirección se enfocaba principalmente a la gestión administrativa y a resguardar la seguridad reglamentaria de la escuela o centro de formación.
Hoy el concepto clave para asegurar una gestión de calidad es el de liderazgo educativo. Existen evidencias que ciertos tipos de dirección, organización de trabajo y de motivación directiva tiene gran incidencia en el mejoramiento de los aprendizajes.
Si en el pasado reciente los directivos-as delegaba la coordinación de las estrategias curriculares y de convivencia escolar a unidades especializadas del centro, hoy se exige que el directivo-.a asuma y desarrollo un liderazgo cuyo eje es el desarrollo de los aprendizajes de calidad. Toda la gestión (curricular, administrativa, financiera, personal y desarrollo de la convivencia) debe estar orientada a los aprendizajes.
Ese es el eje de la misión de un centro de formación, por lo tanto la gestión debe alinear todas los ámbitos de la organización del centro para asegurar buenos desempeños y resultados acreditados en el ámbito de los aprendizajes, de acuerdo a las metas que se definido por las autoridades y por la propia ciudadanía que demanda una “educación de calidad”
Bajo esta precisa el docente-directivo debe hacer un cambio de paradigma en su manera de concebir y practicar la dirección. Siendo ésta una expresión de liderazgo educativo es preciso que los directivos posean perfiles, competencias y capacidades adecuadas para responder a las exigencias de los nuevos marcos de calidad en la gestión escolar.
Estas capacidades son de tipo funcionales, pero también conductuales, y se valoran tanto las llamadas “duras” como las vinculadas a los ámbitos emocionales, sociales y de convivencia ( la profesión docente es una de la “profesiones empáticas”, ver mi libro Lo Próximo-Complejo el enfoque eco-reflexivo en educación y política ciudadana, Santiago, 2009)
El liderazgo pasa a ser un atributo de calidad de un centro de formación en la medida que la “dirección” genera condiciones para potenciar todo los recursos humanos y profesionales, en función de un sistema de gestión integradora y multimodal, en el cual docentes, directivos-as y estudiantes participan adhiriendo al PEI de su centro, fortalecen la capacidad de trabajo colaborativo y aseguran colectivamente un clima organizacional saludable y a “escala humana”
En este proceso el directivo-a tiene un rol de estimulación, de acompañamiento, de catalizador y de animador de los procesos de evaluación y de mejoramiento educativo. Por ello debe trabajar con consejos técnicos intra-escuela, como asimismo asegurar un comportamiento responsable y proactivo con el desarrollo eco-social de las comunidades con las cuales se vincula el centro.
En función de este “marco “, es preciso que el directivo-a establezca un nuevo modo de asumir sus tareas, el uso de su tiempo, de su agenda y de las formas de tomar sus decisiones y delegar . Es recomendable que el directivo-a:
- Se nutra de las orientaciones sobre la “nueva dirección” y las formas de desarrollar el liderazgo educativo
- Participe en redes de aprendizaje
- Coordine los equipos y consejos técnicos de los diversos ámbitos de la “buena gestión escolar
- Mantenga una constante preocupación y seguimiento de los informes de desempeños y de aprendizajes según los marcos curriculares adoptados
- Asegure el funcionamiento de un sistema de información y monitoreo del plan de gestión escolar ( en el marco de su PEI) y el estudio y análisis de los informes de medio término con su equipo de colaborados y con la comunidad docente en general
- Catalice en la vida diaria del centro el sentido y la identidad pedagógica y social según la Misión del centro y de su PEI
- Establezca programas que desarrollen la convivencia escolar democrática promoviendo el auto-cuidado, el respeto a la diversidad y el valor de la no-discriminación
- Asegure el funcionamiento legal y financiero del centro de acuerdo a las normas legales y orientaciones de la autoridad pública.
A partir de estos criterios el directivo debe fijar un orden de prioridades en su trabajo, que debería estar inscrito en un proyecto de mejoramiento en el ámbito de la dirección y el liderazgo, usando la matriz que el ministerio provee y desarrollarse profesionalmente en su rol directivo teniendo tal proyecto como su carta de navegación personal e institucional.
Como todo “proyecto de mejoramiento ambiental” éste debiera ser elaborado a partir de actividades diagnósticas y con la participación del estamento docente. En este proyecto debe incluirse como ítem la superación de las debilidades detectadas en el desarrollo del liderazgo en el establecimiento.
El desarrollo de competencias instrumentales y de planeación sistémica debieran ayudar al directivo-a a despejar áreas opacas de su gestión, resolver “nudos” críticos de gestión en el dia a dia, organizar la agenda semanal y alinear su tablero de tareas a los criterios del sistema de gestión escolar de calidad, para ello será calve tener disponible on line su monitoreo actualizado permanentemente por la unidad técnica responsable de tal tarea.
4° A partir de la la práctica documentada de la EPJA será preciso desarrollar algunas líneas de acción tales como:
- Formación en el sistema de gestión escolar de calidad 2. Desarrollo de competencias de liderazgo en los establecimientos
- Propiciar la implementación de sistemas de información y monitoreo de los planes de gestión
- Capacitar en la elaboración de planes de mejoramiento y su procesamiento para provocar cambios institucionales y profesionales en el establecimiento
- Fortalecer las capacidades de los establecimientos de EPJA para liderar políticas de convivencia socio-educativas que permitan el desarrollo sustentable de las actividades curriculares
- Fortalecer el trabajo docente colaborativo, la creación de redes de aprendizaje entre directivos-as que permitan el intercambio de experiencias y buenas prácticas,
Jorge Osorio Vargas
1° Llegar a ser un centro formativo con cultura participativa implica:
- el reconocimiento de la tarea docente como creadora de aprendizajes profesionales comunicables que deben ser sistematizados para el mejoramiento del trabajo educativo institucional.
- el desarrollo de un clima de responsabilidad y de confianza en el centro sustentado en el reconocimiento de las diversidades y diferencias de los estudiantes y sus “culturas”, códigos y expectativas sobre el “acto de educarse”
- la relación proactiva del centro con las necesidades culturales y ciudadanas de las familias y comunidades en las cuales se inserta el centro formativo
- la existencia de estructuras y procedimientos de toma de decisiones, distribución de tareas y responsabilidades y mecanismos de evaluación que sean transparentes y escrutables por el colectivo docente
- el centro debe orientarse a la generación de capacidades ciudadanas para la participación (formación ciudadana), lo que expresará tanto en la dinámica curricular como en la generación de una cultura escolar fundada en los derechos humanos y en los valores de la no-discriminación.
2 ° Un centro de formación socialmente inteligente promueve y se sustenta en el desarrollo de la capacidades de aprendizaje y trabajo colaborativo, del desarrollo del potencial deliberativo y de participación de sus miembros, de su pertinencia cultural y de su capacidad de definir una identidad que genere visiones comunes y sentido de pertenencia. Debe velar, además, por la seguridad administrativa, que asegure la no-discriminación y el respeto y el reconocimiento a la diversidad y a la diferencia.
La “inteligencia social” de un centro de formación se desplegará a través de :
- El funcionamiento de dispositivos comunicacionales fluidos, transparentes y generadores de trabajo colaborativo
- La distribución de las funciones directivas, de sus tareas y responsabilidades según los criterios de acreditación de un sistema de calidad de la gestión escolar y una práctica permanente de accountability, asi como de mecanismos escrutables y normados para la toma de decisiones que afecten la gestión de la convivencia y el clima organizacional
3° Calidad de la Gestión y Liderazgo Educativo en los centros de formación
En la actualidad los criterios y orientaciones oficiales para asegurar la calidad de la gestión escolar han transitado del tradicional concepto de dirección al de liderazgo. En el pasado la dirección se enfocaba principalmente a la gestión administrativa y a resguardar la seguridad reglamentaria de la escuela o centro de formación.
Hoy el concepto clave para asegurar una gestión de calidad es el de liderazgo educativo. Existen evidencias que ciertos tipos de dirección, organización de trabajo y de motivación directiva tiene gran incidencia en el mejoramiento de los aprendizajes.
Si en el pasado reciente los directivos-as delegaba la coordinación de las estrategias curriculares y de convivencia escolar a unidades especializadas del centro, hoy se exige que el directivo-.a asuma y desarrollo un liderazgo cuyo eje es el desarrollo de los aprendizajes de calidad. Toda la gestión (curricular, administrativa, financiera, personal y desarrollo de la convivencia) debe estar orientada a los aprendizajes.
Ese es el eje de la misión de un centro de formación, por lo tanto la gestión debe alinear todas los ámbitos de la organización del centro para asegurar buenos desempeños y resultados acreditados en el ámbito de los aprendizajes, de acuerdo a las metas que se definido por las autoridades y por la propia ciudadanía que demanda una “educación de calidad”
Bajo esta precisa el docente-directivo debe hacer un cambio de paradigma en su manera de concebir y practicar la dirección. Siendo ésta una expresión de liderazgo educativo es preciso que los directivos posean perfiles, competencias y capacidades adecuadas para responder a las exigencias de los nuevos marcos de calidad en la gestión escolar.
Estas capacidades son de tipo funcionales, pero también conductuales, y se valoran tanto las llamadas “duras” como las vinculadas a los ámbitos emocionales, sociales y de convivencia ( la profesión docente es una de la “profesiones empáticas”, ver mi libro Lo Próximo-Complejo el enfoque eco-reflexivo en educación y política ciudadana, Santiago, 2009)
El liderazgo pasa a ser un atributo de calidad de un centro de formación en la medida que la “dirección” genera condiciones para potenciar todo los recursos humanos y profesionales, en función de un sistema de gestión integradora y multimodal, en el cual docentes, directivos-as y estudiantes participan adhiriendo al PEI de su centro, fortalecen la capacidad de trabajo colaborativo y aseguran colectivamente un clima organizacional saludable y a “escala humana”
En este proceso el directivo-a tiene un rol de estimulación, de acompañamiento, de catalizador y de animador de los procesos de evaluación y de mejoramiento educativo. Por ello debe trabajar con consejos técnicos intra-escuela, como asimismo asegurar un comportamiento responsable y proactivo con el desarrollo eco-social de las comunidades con las cuales se vincula el centro.
En función de este “marco “, es preciso que el directivo-a establezca un nuevo modo de asumir sus tareas, el uso de su tiempo, de su agenda y de las formas de tomar sus decisiones y delegar . Es recomendable que el directivo-a:
- Se nutra de las orientaciones sobre la “nueva dirección” y las formas de desarrollar el liderazgo educativo
- Participe en redes de aprendizaje
- Coordine los equipos y consejos técnicos de los diversos ámbitos de la “buena gestión escolar
- Mantenga una constante preocupación y seguimiento de los informes de desempeños y de aprendizajes según los marcos curriculares adoptados
- Asegure el funcionamiento de un sistema de información y monitoreo del plan de gestión escolar ( en el marco de su PEI) y el estudio y análisis de los informes de medio término con su equipo de colaborados y con la comunidad docente en general
- Catalice en la vida diaria del centro el sentido y la identidad pedagógica y social según la Misión del centro y de su PEI
- Establezca programas que desarrollen la convivencia escolar democrática promoviendo el auto-cuidado, el respeto a la diversidad y el valor de la no-discriminación
- Asegure el funcionamiento legal y financiero del centro de acuerdo a las normas legales y orientaciones de la autoridad pública.
A partir de estos criterios el directivo debe fijar un orden de prioridades en su trabajo, que debería estar inscrito en un proyecto de mejoramiento en el ámbito de la dirección y el liderazgo, usando la matriz que el ministerio provee y desarrollarse profesionalmente en su rol directivo teniendo tal proyecto como su carta de navegación personal e institucional.
Como todo “proyecto de mejoramiento ambiental” éste debiera ser elaborado a partir de actividades diagnósticas y con la participación del estamento docente. En este proyecto debe incluirse como ítem la superación de las debilidades detectadas en el desarrollo del liderazgo en el establecimiento.
El desarrollo de competencias instrumentales y de planeación sistémica debieran ayudar al directivo-a a despejar áreas opacas de su gestión, resolver “nudos” críticos de gestión en el dia a dia, organizar la agenda semanal y alinear su tablero de tareas a los criterios del sistema de gestión escolar de calidad, para ello será calve tener disponible on line su monitoreo actualizado permanentemente por la unidad técnica responsable de tal tarea.
4° A partir de la la práctica documentada de la EPJA será preciso desarrollar algunas líneas de acción tales como:
- Formación en el sistema de gestión escolar de calidad 2. Desarrollo de competencias de liderazgo en los establecimientos
- Propiciar la implementación de sistemas de información y monitoreo de los planes de gestión
- Capacitar en la elaboración de planes de mejoramiento y su procesamiento para provocar cambios institucionales y profesionales en el establecimiento
- Fortalecer las capacidades de los establecimientos de EPJA para liderar políticas de convivencia socio-educativas que permitan el desarrollo sustentable de las actividades curriculares
- Fortalecer el trabajo docente colaborativo, la creación de redes de aprendizaje entre directivos-as que permitan el intercambio de experiencias y buenas prácticas,
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