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Memorias y Desafíos de la Educación Popular en Chile



Jorge Osorio Vargas


El tema de la trayectoria de la Educación Popular (EP) en Chile exige hacer una reflexión global acerca de la cultura política y de los movimientos sociales latinoamericanos y chilenos. 
Decimos estos porque la EP es una expresión cultural  de la política  y de las formas que adquieren los procesos de organización popular  bajo los paradigmas de izquierda predominantes  en la década de los años 60 del siglo pasado. Sin embargo, es preciso señalar, de la misma  precisa manera, que la EP en su dimensión pedagógica no sólo  ha sido  un epifenómeno  de la política, sino  también, en sí misma ha sido una construcción social  profundamente enraizada  en las prácticas comunitarias.  Esta tensión entre cultura y política,  crítica y refundación pedagógica del imaginario de izquierda, es uno de las dimensiones transversales del  estudio de la EP en su ciclo contemporáneo.
El ciclo contemporáneo de la EP en América Latina  se inaugura en los mencionados años 60  como manifestación de varios factores:
-          El impacto de la revolución cubana en la izquierda latinoamericana y la apertura de un espacio de debate acerca de las vías de transición al socialismo  o las vías llamadas no-capitalistas. Este asunto tuvo gran influencia en las definiciones  políticas que la EP  adquirió en diferentes países. Podemos identificar algunas como:  los movimientos culturales de base  vinculados a la teología de la liberación ( la “iglesia popular”) en Brasil ; los reformismos comunitaristas en Chile y Perú; las estrategias foquistas  ; las influencias maoístas en el desarrollo de movimientos campesinos; los frentes de liberación en Centro América ; el peronismo de izquierda en Argentina ( Una tarea que está  pendiente es hacer un estudio de conjunto de la historia de la EP )
-          El desarrollo del pensamiento pedagógico de los 60 en sus dos vertientes críticas: la teoría de la descolarización de Iván Ilich desarrolladas desde su centro de estudios en Cuernavaca y la pedagogía del oprimido de Paulo Freire en Brasil y Chile.
En el caso de Illich, se trata de una crítica a los dispositivos y estructuras institucionales, políticas y pedagógicas de los sistemas escolares en el marco de una crítica radical a las formas de reproducción capitalista. En el pensamiento de Illich la crítica a la dominación escolar  lleva a una práctica libertaria, asociada al desarrollo de la propios  grupos subordinados a crear sus propias “educaciones” ,  en base a una práctica de convivencialidad,  que resista a todas formas de socialización impuestas por el capitalismo tardío y la sociedad de consumo.
Para  Paulo Freire, la pedagogía es la vía para entender las condiciones de dominación de viven los campesinos y los sectores pobres de las ciudades  y  poner en marcha procesos de liberación, a través  de círculos de cultura, la alfabetización y la concientización política.  Expresa una  valoración de la cultura popular , de sus formas de “leer el mundo” y la pedagogía crítica se define como “liberadora”, es decir como detonante de las fuerzas culturales y espirituales de los “pobres” , que se emancipan  a través de las acciones colectivas ( como “pueblo”)  y  de la “palabra” de los sujetos. Por ello, la pedagogía de Freire es dialógica, deliberativa, de-codificadora y abierta a construir mundo nuevos, los “inéditos posibles”, en el decir del propio Freire. Estos planteamientos llevan a Freire a cuestionar la escuela realmente existente (la “educación bancaria”) y a centrar su trabajo en los movimientos sociales y en las reformas políticas, como son la reforma agraria  y los procesos de organización campesina en el Chile de los 60

Es posible hablar un ADN de la EP , a partir de este ciclo original, que los cambios que se desarrollaron en el continente,  en décadas posteriores, no han invalidado. Sin embargo, estos elementos originarios de la EP no deben ser leído en clave fundamentalistas (a la manera de una palabra y de prácticas “reveladas”) sino en una perspectiva de re-lectura permanente y de actualización política y pedagógica.  De este ADN señalo los siguientes componentes:


1.   La EP como movimiento cultural asociado a organizaciones de base y movimientos sociales  definiendo la pedagogía como la dimensión del aprendizaje  de nuevas formas de pensar, vivir, compartir , de “hacer política”
2.   La EP como  una educación  que se desarrolla inserta dinámicas sociales y culturales de los sectores populares del campo y de las ciudades, y que le otorga a los educadores-as un perfil de mediador, de generar de espacios de aprendizaje, de valoración del vínculo  pedagógico (diálogo de saberes) como fuente de liberación, de construcción de una subjetividad crítica y de apertura a una vida solidaria.
3.   La EP como una educación que identifica las dimensiones capilares de la dominación ( no sólo la de capital-trabajo) y por ello  trabaja pedagógicamente la democratización de las relaciones de género, las asimetrías culturales en la vida cotidiana,  la generación de poderes y saberes locales
4.   La EP como una acción reflexiva fundada en una epistemología de la acción liberadora, que asume la investigación-acción participativa   como vía  de sus procesos de elaboración y sistematización de conocimientos. De ahí que la EP se defina  desde sus orígenes como una “teoría”  o como una pedagogía crítica abierta a los debates epistemológicos  y teóricos. La historia de la relación de la EP con la vida académica universitaria  daría como para una presentación exclusiva.  La EP ha sido  una práctica refinada teóricamente y, en su configuración  como tal,  es preciso destacar a Orlando Fals Borda y su escuela sociológica colombiana. basaba en la investigación acción participativa.  Este es un aspecto importante de subrayar dada la tendencia que ha habido en algunos tiempos por entender la  EP  como un “activismo organizacional”,  basado en técnicas participativas instrumentales,  adelgazando su potencial pedagógico ,  que la ha llevado a   ser, en algunos casos,  sólo una especie de “animación de grupos”.
En el campo de las influencias teóricas no menor fue , especialmente en el caso de nuestro país, durante la dictadura militar , la influencia del pensamiento de Antonio Gramsci  ( en Chile Gramsci empieza a leerse en Chile sólo a fines de los años 70 y  más extendidamente ,en la izquierda, en los años 80) que le otorgó a la EP  dos grandes contribuciones:
-          la escuela y la cultura  no es “naturalmente” un espacio de dominación: es preciso entenderla  como un espacio en disputa hegemónica,  y por tanto se debe elaborar un discurso crítico sobre ellas  y ,también, construir alternativas  o nuevas formas de organizar la enseñanza a través de las escuelas.
-          los educadores-as son mediadores del proceso de construcción de saberes , analistas , intelectuales prácticos ( o políticos)  lo que implica  que su práctica deba consistente en lo pedagógico y generadora de programas o estrategias que potencien o generen capacidades claves en los movimientos sociales ( capacidades políticas, pero también organizativas, culturales, pedagógicas, comunicacionales, de participación política) Estos retos de consistencia y coherencia pedagógica, políticas y epistemológicas,  fueron las consignas que llevaron a CEAAL a desarrollar el llamado proceso de re- fundamentación en los años 90 ( que se puede revisar en los número de época de la revista La Piragua  y que posteriormente ha sido estudiado en toda su diversidad , cuyos resultados han sido publicados  también por CEAAL en libros y en la propia La Piragua )
5.   La EP como educación, defensa y promoción de los derechos humanos: que fue lo que le dio un sello particular  a la EP de los países del Cono Sur.  Esta dimensión de la EP le dio sustento a su trabajo como resistencia a las dictaduras.  Los derechos humanos, en todas sus generaciones constituyen el horizonte ético-crítico y político de las democracias.
Tres procesos son preciso destacar  en relación a  la EP  y su  defensa y promoción de los derechos humanos durante la dictadura militar en  nuestro país : a) la convergencia de la EP ,   la Teología de la Liberación y  las organizaciones de la Iglesia Popular , lo que implicó un asentamiento radical de la EP en la vida poblacional  ( en los barrios populares) y en sus redes y organizaciones de ayuda mutua, de economía social  y manifestación cultural  ; b) la participación de la EP en los procesos de renovación de la Izquierda en vías de la secularización del marxismo, el reconocimiento de los nuevos movimientos  sociales y el desarrollo de nuevos dispositivos políticos participativos ( los grandes encuentros de Educadores Populares  en los 80 lo demuestran); c) la valoración de   los procesos culturales  que estaban re-identificando a los movimientos sociales  desde  dimensiones que estaban subordinadas en la práctica tradicional de la izquierda, como eran la dominación de género y la promoción del movimiento feminista, el arte y la cultura popular, la economía popular , el desarrollo local, entre otros.
En virtud de lo que pretendemos en esta presentación  debemos dar un salto a la década de los años 90.  La historia de la EP durante la transición desde los años 90 es un tema que debemos profundizar en  otra oportunidad para “hacer dialogar” los elementos originarios de la EP con las nuevas dinámicas de la transición institucional post-dictadura militar.  Son muchos los temas que deberíamos abordar para analizar este nuevo ciclo de la EP: el modelo de gobernabilidad, la “siesta” de los movimientos sociales, la  relectura de la “EP”  sólo como el uso de la técnicas de motivación e inclusión comunitaria en la políticas sociales, la emigración de los educadores populares al Estado y su transformación en “consultores” o ejecutores de proyectos públicos, el vaciamiento político e ideológico de la renovación de la izquierda de los 80,  la estigmación de la EP en la políticas educacionales de los gobierno ( “como pasada para la punta” )  dirigidas paradojalmente por  algunos educadores populares  de los 80 .
El  balance  de los años 90  para la EP  ha sido  la desarticulación  de sus fuertes   redes ,  los educadores populares perdieron su conectividad, se deshizo la relación de la EP chilena con las redes latinoamericanas y con los debates que se producían en el ámbito  de  EP y en la pedagogía crítica  globales. Sin embargo, las ongs que siguieron promoviéndola ( ECO, PIIE, El Canelo , por ejemplo) , las experiencias poblacionales que continuaron,  los programas universitarios que prosperaron en ámbitos como el trabajo social, la psicología comunitaria y la atención primaria en la salud pública mantuvieron su “memoria” y “esperarían” su tiempo para reactivarse como “movimiento”.
El  nuevo siglo trajo sus novedades: el desarrollo de las movilizaciones globales altermundiastas, el Foro Social Mundial, el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil a nivel mundial, el debate global sobre paradigmas de desarrollo humano y las cuestiones globales como el cambio climático, el debate sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el Programa de la Educación para Todos, los cuestionamiento al modelo restrictivo de participación ciudadana de los gobiernos de la Concertación, la re-politización de las ongs ( algunas antiguas y otras nuevas), las movilizaciones estudiantiles, los nuevos proyectos de EP desarrollados por organizaciones estudiantiles y poblacionales ( que acuden a la definición de “autoeducación popular”  que tiene su raigambre en el ciclo mancomunal del movimiento obrero y en los movimientos anarco-sindicalistas ), los proyectos de recuperación de la memoria histórica popular, los estudios históricos sobre la paleo-historia de la EP inspirados en el enfoque de Gabriel Salazar, la creación de núcleos de educación popular en algunas federaciones de estudiantes, la oferta de diplomados de EP en algunas escuelas universitarias….,y mucho más ,  convergen a el dibujo del mapa de la EP en la actualidad.
Debemos preguntarnos: ¿Cómo y dónde conversan y se encuentran los educadores-as jóvenes y mayores en Chile? ¿Cuál debería ser la agenda de convergencia de este movimiento de EP en los años 2010?  No están claras las respuestas  Mi propuesta es la siguiente:
a)      Preguntarse por el sujeto “movimientos sociales” en la actualidad y sus propuestas de EP :  el desarrollo de recursos pedagógicos  y de  creación de nuevas capacidades
b)      Preguntarse sobre el  (los ) proyecto  (s) educativo (s) avanzar hacia    democracias participativas ( en todas su modalidades y en los macro y micro territorios)
c)      Preguntarse por los procesos de formación  de educadores (as)  e  investigadores (a)   como sujetos de re-epistemologización de la pedagogía crítica en contextos de resistencia y superación de las sociedades tecno-neoliberales
d)      Preguntarse  por las dimensiones de Criticidad y Politicidad de la EP en la actualidad : haciendo  lecturas propias de las “teorías críticas” y de las “epistemologías del sur”,  en el contexto del   debate pedagógico  actual  y de  las posibilidades   de la renovación de la políticas de las “izquierdas”  frente a los desafíos que significa la superación del neo-liberalismo a través de cambios que se orienta a giros políticos y civilitarios neo-paradigmáticos


 




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