Nuevos Paradigmas en Educación y Política: ciudadanía y desafíos en los movimientos globales de educadores
Nuevos paradigmas en educación y política: ciudadanía y desafíos en los movimientos globales de educadores-as
Jorge Osorio-Vargas
(Artículo elaborado para el Seminario Virtual del ICAE, noviembre-diciembre 2011)
El despliegue de la globalización de sello tecno-neo-liberal y sus repercusiones en las formas de organización de los mercados, de la estructura financiera, del desarrollo tecnológico y de los sistemas político impacta de manera crucial en las modalidades de organización de las instituciones educativas y del rol de los educadores-as.
El llamado “capitalismo cognitivo” -otra manera de identificar la actual fase del capitalismo tecno-neo-liberal- logra paulatinamente homogenizar las pautas de socialización de los conocimientos y el uso de las nuevas tecnologías de comunicación. Sin embargo, en el plano de la cultura y de la educación tal hegemonía está en disputa, y una expresión de esta situación es la emergencia de nuevos movimientos neo-paradigmáticos, que replantean las bases del “progreso” basado en las lógicas mercantiles y sientan las bases de un nuevo entendimiento del bienestar conciliando el buen-vivir humano y la salud de los eco.sistemas en los cuales se desarrolla la Vida.
Estos nuevos paradigmas son esencialmente democráticos pues se sostienen en la capacidad de participación de los ciudadanos-as y en una crítica a las cortapisas que el mercantilismo extremo coloca, a través de sus modelos de democracias “tecno-tuteladas” o “protegidas policialmente”, a la plena expresión de la gente, de sus organizaciones y movimientos sociales.
Las genuinas experiencias de” reinvención democrática” que se expresan en los movimientos alter-mundistas, eco-políticos, juveniles, feministas, indígenas de derechos civiles, que vemos desplegarse en muchos lugares del mundo, no es ajena a movimientos de educadores –as y estudiantes que batallan políticamente, en sus países, por la orientación y el sentido de la educación en claves de emancipación, participación y generación de poder ciudadano.
¿Cómo se manifiesta esta “politización” según nuevos paradigmas?
1. Globalizando el debate sobre el sentido de la educación y la distribución social de los conocimientos y saberes en perspectiva de una sociedad justa y una democracia participativa.
2. Generando movilizaciones culturales y políticas que re-orienten las agendas hegemónicas de políticas educativas hacia formas nuevas de relaciones sociales y económicas , sustentadas en el reconocimiento de la diversidad humana y el cuidado de la Vida en todas sus manifestaciones
3. Desarrollando nuevas maneras de expresión ciudadana, que valoren la “proximidad”, el cuidado, los vínculos locales y los saberes propios de las diversas culturas y pueblos; y:
4. Ante la pretensión uniformadora de la globalización neo-liberal, fortaleciendo las capacidades de gestión ciudadana de los gobiernos locales y regionales y de la “gobernanza” de los ecosistemas , sobre todo cuando ésta se encuentre bajo el control de las grandes corporaciones
Estas cuatro grandes dimensiones de un movimiento global por una educación justa requieren urgentemente asociar sus propuestas políticas con “giros” epistémicos y políticos explícitos, que vayan constituyendo un poder de contestación, que cuestione las bases de la sociedad mercantil y sus mecanismos de reproducción.
De estos señalamos los siguientes:
1. La ampliación del sentido de la educación y del aprendizaje permanente como derechos humanos garantizables por el Estado y cuyas modalidades de desarrollo deben estar contenidas en políticas educativas generadas con la participación activa de los ciudadanos-as y sus organizaciones ( como lo plantean los movimientos estudiantiles de Chile y Colombia en la actualidad)
2. El reconocimiento de nuevas modalidades institucionales de aprendizajes, que integren también a las escuelas , gestionadas por movimientos sociales, gobiernos locales y entidades de la sociedad civil democrática, y que se propongan generar y profundizar los saberes y capacidades necesarias para una “cultura de sustentabilidad integral y del buen-vivir”
3. Darle un sentido de inclusión y empoderamiento al acceso de la población a las TICs, formando capacidades locales para el uso de éstas en los procesos de socialización crítica de los ciudadanos-as y de participación política en sus países.
4. Fortalecer la educación ciudadana, en todas sus modalidades ( popular, comunitaria, escolar) como un recurso político que acreciente el capital cívico (empoderamiento) de las comunidades y permita su movilización en la defensa y promoción de los derechos humanos en todas sus generaciones y la lucha contra todo tipo de discriminación.
5. Formar educadores-as que asuman el “giro” epistémico y político en la educación que resuma una “cultura de vida”, sustentada en el cuidado de la “casa común“ y en modos de socialización que refuercen la reciprocidad, el reconocimiento de la diversidad, la justicia inter-generacional y los valores del “ser-para-la-vida” y del “buen-vivir”
Jorge Osorio-Vargas
(Artículo elaborado para el Seminario Virtual del ICAE, noviembre-diciembre 2011)
El despliegue de la globalización de sello tecno-neo-liberal y sus repercusiones en las formas de organización de los mercados, de la estructura financiera, del desarrollo tecnológico y de los sistemas político impacta de manera crucial en las modalidades de organización de las instituciones educativas y del rol de los educadores-as.
El llamado “capitalismo cognitivo” -otra manera de identificar la actual fase del capitalismo tecno-neo-liberal- logra paulatinamente homogenizar las pautas de socialización de los conocimientos y el uso de las nuevas tecnologías de comunicación. Sin embargo, en el plano de la cultura y de la educación tal hegemonía está en disputa, y una expresión de esta situación es la emergencia de nuevos movimientos neo-paradigmáticos, que replantean las bases del “progreso” basado en las lógicas mercantiles y sientan las bases de un nuevo entendimiento del bienestar conciliando el buen-vivir humano y la salud de los eco.sistemas en los cuales se desarrolla la Vida.
Estos nuevos paradigmas son esencialmente democráticos pues se sostienen en la capacidad de participación de los ciudadanos-as y en una crítica a las cortapisas que el mercantilismo extremo coloca, a través de sus modelos de democracias “tecno-tuteladas” o “protegidas policialmente”, a la plena expresión de la gente, de sus organizaciones y movimientos sociales.
Las genuinas experiencias de” reinvención democrática” que se expresan en los movimientos alter-mundistas, eco-políticos, juveniles, feministas, indígenas de derechos civiles, que vemos desplegarse en muchos lugares del mundo, no es ajena a movimientos de educadores –as y estudiantes que batallan políticamente, en sus países, por la orientación y el sentido de la educación en claves de emancipación, participación y generación de poder ciudadano.
¿Cómo se manifiesta esta “politización” según nuevos paradigmas?
1. Globalizando el debate sobre el sentido de la educación y la distribución social de los conocimientos y saberes en perspectiva de una sociedad justa y una democracia participativa.
2. Generando movilizaciones culturales y políticas que re-orienten las agendas hegemónicas de políticas educativas hacia formas nuevas de relaciones sociales y económicas , sustentadas en el reconocimiento de la diversidad humana y el cuidado de la Vida en todas sus manifestaciones
3. Desarrollando nuevas maneras de expresión ciudadana, que valoren la “proximidad”, el cuidado, los vínculos locales y los saberes propios de las diversas culturas y pueblos; y:
4. Ante la pretensión uniformadora de la globalización neo-liberal, fortaleciendo las capacidades de gestión ciudadana de los gobiernos locales y regionales y de la “gobernanza” de los ecosistemas , sobre todo cuando ésta se encuentre bajo el control de las grandes corporaciones
Estas cuatro grandes dimensiones de un movimiento global por una educación justa requieren urgentemente asociar sus propuestas políticas con “giros” epistémicos y políticos explícitos, que vayan constituyendo un poder de contestación, que cuestione las bases de la sociedad mercantil y sus mecanismos de reproducción.
De estos señalamos los siguientes:
1. La ampliación del sentido de la educación y del aprendizaje permanente como derechos humanos garantizables por el Estado y cuyas modalidades de desarrollo deben estar contenidas en políticas educativas generadas con la participación activa de los ciudadanos-as y sus organizaciones ( como lo plantean los movimientos estudiantiles de Chile y Colombia en la actualidad)
2. El reconocimiento de nuevas modalidades institucionales de aprendizajes, que integren también a las escuelas , gestionadas por movimientos sociales, gobiernos locales y entidades de la sociedad civil democrática, y que se propongan generar y profundizar los saberes y capacidades necesarias para una “cultura de sustentabilidad integral y del buen-vivir”
3. Darle un sentido de inclusión y empoderamiento al acceso de la población a las TICs, formando capacidades locales para el uso de éstas en los procesos de socialización crítica de los ciudadanos-as y de participación política en sus países.
4. Fortalecer la educación ciudadana, en todas sus modalidades ( popular, comunitaria, escolar) como un recurso político que acreciente el capital cívico (empoderamiento) de las comunidades y permita su movilización en la defensa y promoción de los derechos humanos en todas sus generaciones y la lucha contra todo tipo de discriminación.
5. Formar educadores-as que asuman el “giro” epistémico y político en la educación que resuma una “cultura de vida”, sustentada en el cuidado de la “casa común“ y en modos de socialización que refuercen la reciprocidad, el reconocimiento de la diversidad, la justicia inter-generacional y los valores del “ser-para-la-vida” y del “buen-vivir”
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