Siete Afirmaciones sobre Representación y Democracia Participativa
Jorge Osorio Vargas
(Actualizado al 25 de abril, 2011)
1. El siglo XX fue un siglo de intensa disputa en torno a la democracia. En la primera mitad se debate sobre la deseabilidad de la democracia y la forma consensuada de practicarla fue la democracia electoral-representativa. El segundo debate fue sobre sus condiciones estructurales, que trajo consigo la discusión sobre democracia y capitalismo, modernización del Estado, integración campesina, entre otros temas. El tercer debate fue acerca de las virtualidades distributivas de la democracia y del rol de la política socialdemócrata para conseguir tal finalidad. Desde la izquierda, se planteaba que la democracia era incapaz de democratizar la relación fundamental de capital y trabajo, discutiéndose alternativas de democracia (participativa, popular).
2. A fines del siglo XX la discusión sobre la democracia tuvo un cambio en los términos: no se trataba sólo de conseguir condiciones favorables para la democracia (educación, instituciones, sistema de partidos, etc.) sino de plantearse cómo los países llegan al Desarrollo a través de la democracia. Por tanto el debate principal es el de las formas y contenidos de la democracia. Los temas a discutir son: participación ciudadana directa – institucionalidad; apatía y descrédito de la democracia electoral- responsabilidad - ciudadanía activa; capital cívico y cultural para la democracia – mediatización cupular de la política; superación de la concentración de la competencia electoral – democratización de los sistemas electorales; superación de la concepción minimalista e instrumental de la participación ciudadana-ciudadanía de alta intensidad.
3. Se plantean ,en este contexto, cuatro problemas: a) el marco estructural de la posibilidad democrática (modelo neoliberal-democracia); b) la crisis de sentido de la democracia electoral y de la acción de los partidos políticos; c) el tema de la democracia local y las formas de democracia directa-participativa; d) la cultura de accountability como sustento de la democracia.
4. Existe la percepción que el modo de desarrollar la competencia electoral en el marco de la democracia representativa existente agota la democracia por la concentración de las opciones, por la crisis de los partidos como espacios públicos y por la orientación cuasi exclusiva de la acción de los partidos por conquistar la burocracia del Estado. Los partidos pierden su carácter de espacios de producción simbólica y de socialización de sentidos en la sociedad de riesgo, por usar la expresión de U. Beck.
5. Como contra-cara de este proceso emerge un movimiento ciudadanista a escala global que plantea nuevas contribuciones a la democracia: medio ambiente, género, no-discriminación, diversidad, derechos humanos, libertades públicas. Se plantean propuesta de innovación social, nuevos emprendimientos ciudadanos locales, instituciones no – gubernamentales y movimientos ciudadano orientados al control social de las autoridades (accountability pública . En el lenguaje de estos actores, la democracia es una gramática cultural y social, no sólo un régimen político; implica ruptura con tradiciones en la manera de hacer política de partido; se señala que las procedimientos democráticos son prácticas sociales y no sólo métodos de constitución electoral de gobierno; las políticas económicas deben ser discutidas en el espacio público democrática; la política debe reconocer el fenómeno de la diversidad en la sociedad y por tanto es preciso una política de reconocimiento y de promoción de nuevos derechos que proteja esa diversidad como una riqueza de la democracia.
6. El programa debe ser el de la ampliación de demo-diversidad en los siguientes sentidos: a) ampliación de la ciudadanía jurídica y política (libertades públicas, derechos humanos, participación) ; b) reconocimiento y promoción de la ciudadanía simbólica (identidades, diversidad, no-discriminación, memoria y asociatividad comunitaria); c) procedimientos de control ciudadano y accountability pública ( acceso a la información; rendición de cuentas; transparencia ); d) creación de capacidades y competencias cívicas para la participación ciudadana (educación, fomento del asociativismo); e) potenciación y creación de espacios públicos para la generación de recursos valóricos y éticos en la sociedad civil; f) democracia y habitabilidad: desarrollo sustentable y conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural (tangible e intangible); democratización de los gobierno locales y regionales .
7. Giro deliberativo de la democracia: en el sentido de : a) espacios públicos donde los ciudadanos deliberen sobre asuntos de interés común; b) diversificación y pluralidad de la prensa como soporte de una opinión pública activa; c) participación de los ciudadanos-as en los proceso de toma de decisiones públicas , a través de canales normados e institucionalizados; d) renovación de constitucionalismo democrático y su expresión en el marco constitucional del país; e) promoción de una vida cívica activa desarrollando canales de promoción y financiamiento público de las organizaciones de la sociedad civil que trabajen en temas de “interés público”; f) formación ciudadana en los sistemas escolares reconocida en el tiempo curricular formal; g) reconocer los movimientos sociales, no para suplantar los partidos políticos, sino para ampliar los canales deliberación pública y poner en valor la comunicabilidad humana como factor clave de legitimación de la democracias.
Jorge Osorio Vargas
(Actualizado al 25 de abril, 2011)
1. El siglo XX fue un siglo de intensa disputa en torno a la democracia. En la primera mitad se debate sobre la deseabilidad de la democracia y la forma consensuada de practicarla fue la democracia electoral-representativa. El segundo debate fue sobre sus condiciones estructurales, que trajo consigo la discusión sobre democracia y capitalismo, modernización del Estado, integración campesina, entre otros temas. El tercer debate fue acerca de las virtualidades distributivas de la democracia y del rol de la política socialdemócrata para conseguir tal finalidad. Desde la izquierda, se planteaba que la democracia era incapaz de democratizar la relación fundamental de capital y trabajo, discutiéndose alternativas de democracia (participativa, popular).
2. A fines del siglo XX la discusión sobre la democracia tuvo un cambio en los términos: no se trataba sólo de conseguir condiciones favorables para la democracia (educación, instituciones, sistema de partidos, etc.) sino de plantearse cómo los países llegan al Desarrollo a través de la democracia. Por tanto el debate principal es el de las formas y contenidos de la democracia. Los temas a discutir son: participación ciudadana directa – institucionalidad; apatía y descrédito de la democracia electoral- responsabilidad - ciudadanía activa; capital cívico y cultural para la democracia – mediatización cupular de la política; superación de la concentración de la competencia electoral – democratización de los sistemas electorales; superación de la concepción minimalista e instrumental de la participación ciudadana-ciudadanía de alta intensidad.
3. Se plantean ,en este contexto, cuatro problemas: a) el marco estructural de la posibilidad democrática (modelo neoliberal-democracia); b) la crisis de sentido de la democracia electoral y de la acción de los partidos políticos; c) el tema de la democracia local y las formas de democracia directa-participativa; d) la cultura de accountability como sustento de la democracia.
4. Existe la percepción que el modo de desarrollar la competencia electoral en el marco de la democracia representativa existente agota la democracia por la concentración de las opciones, por la crisis de los partidos como espacios públicos y por la orientación cuasi exclusiva de la acción de los partidos por conquistar la burocracia del Estado. Los partidos pierden su carácter de espacios de producción simbólica y de socialización de sentidos en la sociedad de riesgo, por usar la expresión de U. Beck.
5. Como contra-cara de este proceso emerge un movimiento ciudadanista a escala global que plantea nuevas contribuciones a la democracia: medio ambiente, género, no-discriminación, diversidad, derechos humanos, libertades públicas. Se plantean propuesta de innovación social, nuevos emprendimientos ciudadanos locales, instituciones no – gubernamentales y movimientos ciudadano orientados al control social de las autoridades (accountability pública . En el lenguaje de estos actores, la democracia es una gramática cultural y social, no sólo un régimen político; implica ruptura con tradiciones en la manera de hacer política de partido; se señala que las procedimientos democráticos son prácticas sociales y no sólo métodos de constitución electoral de gobierno; las políticas económicas deben ser discutidas en el espacio público democrática; la política debe reconocer el fenómeno de la diversidad en la sociedad y por tanto es preciso una política de reconocimiento y de promoción de nuevos derechos que proteja esa diversidad como una riqueza de la democracia.
6. El programa debe ser el de la ampliación de demo-diversidad en los siguientes sentidos: a) ampliación de la ciudadanía jurídica y política (libertades públicas, derechos humanos, participación) ; b) reconocimiento y promoción de la ciudadanía simbólica (identidades, diversidad, no-discriminación, memoria y asociatividad comunitaria); c) procedimientos de control ciudadano y accountability pública ( acceso a la información; rendición de cuentas; transparencia ); d) creación de capacidades y competencias cívicas para la participación ciudadana (educación, fomento del asociativismo); e) potenciación y creación de espacios públicos para la generación de recursos valóricos y éticos en la sociedad civil; f) democracia y habitabilidad: desarrollo sustentable y conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural (tangible e intangible); democratización de los gobierno locales y regionales .
7. Giro deliberativo de la democracia: en el sentido de : a) espacios públicos donde los ciudadanos deliberen sobre asuntos de interés común; b) diversificación y pluralidad de la prensa como soporte de una opinión pública activa; c) participación de los ciudadanos-as en los proceso de toma de decisiones públicas , a través de canales normados e institucionalizados; d) renovación de constitucionalismo democrático y su expresión en el marco constitucional del país; e) promoción de una vida cívica activa desarrollando canales de promoción y financiamiento público de las organizaciones de la sociedad civil que trabajen en temas de “interés público”; f) formación ciudadana en los sistemas escolares reconocida en el tiempo curricular formal; g) reconocer los movimientos sociales, no para suplantar los partidos políticos, sino para ampliar los canales deliberación pública y poner en valor la comunicabilidad humana como factor clave de legitimación de la democracias.
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